LAV
Avda. del Padre Isla, 1,
LEÓN
Telefono: 987 79 81 90
LAV, de Laboratorio Alfonso V, hotel donde está ubicado el restaurante no es un Michelín aunque lo merece.
Situado en el cruce de caminos entre la parte antigua de la ciudad y la moderna, su cocina conserva también esa filosofía de mezclar la tradición con las técnicas más vanguardistas.
Pertenece al conocido grupo VAMUCA del que tenía referencia por Nimú Barquillo del que dí cuenta en su día en este blog. Ahora bien lo de LAV es un nivel superior.
Un local luminoso de grandes ventanales con vistas a la plaza, colores neutros, suelo de madera, originales lámparas y un sencillo centro de flores lo hacen acogedor a la par que moderno y dinámico.
Sorprende nada más entrar. Daniel Giganto, jefe de sala te recibe y te sitúa en una pequeña mesa para ofrecerte un aperitivo mientras eliges el menú.
Si, he dicho bien, porque aunque es un menú cerrado se pueden elegir entre dos opciones de cada plato, con lo cual puedes variarlo según tus gustos, además lo hacen de una manera original y divertida. Te dan una hoja con las opciones y dos rotuladores de distinto color y así marcas lo que te apetece más. Luego en la mesa dos banderitas que pones a tu lado informa al personal de cuál es el menú elegido.
Mientras ocurre todo esto disfrutas de un aperitivo que en realidad son tres, deliciosos bocados que te anticipan lo que te espera.
Especial mención como ya me ocurrió en Nimú barquillo, es la cuidadísima atención de todo su personal, gente joven, profesional con un aire informal muy cuidado que infunde naturalidad y dinamismo y que está ahí en el pequeño detalle.
Y empieza la fiesta con los entrantes
Unos guisantes salteados con ibérico y yema de huevo, a los que añaden en mesa una crema exquisita.
Y un ravioli de salmón a la crema con sus huevas, para los que gusten de un sabor más intenso.
En el capítulo cremas y sopas probamos unas Fabes con jabalí, calçot a la parrilla y romescu
Y Torrija de cocido a la que rematan en mesa con su caldito. Un auténtico cocido en miniatura.
Suave y en su punto
Los pescados a elegir ambos maravillosos
La Merluza de pintxo, judía verde y su pilpil
Y el Atún rojo con tomate
Nada que envidiar a las carnes
Un delicioso Solomillo de vaca vieja con risoto y el toque increíble de trufa
Y potente El Cochinillo con manzana reineta asada
La sorpresa del prepostre para separar sabores es fantástica, preparado en mesa un algodón de azúcar al que añaden un helado de chicle hecho con nitrógeno liquido en el momento es espectacular tanto verlo como probarlo.
Y después los postres,
Una maravillosa tarta de limón, juego de texturas de la que solo es sencillo el nombre.
Y un Coulant de chocolate 70%, caramelo salado y mandarina, una gozada para los amantes del chocolate.
El detalle de presentación de los petitfours y su exquisitez remataron una comida extraordinaria.
Para finalizar otro detallito: un pin de recuerdo