Ilustración de Alberto Muñoz Lozano

La cajera empieza a sacar una ristra de tickets pegados a tu ticket de compra. Un vale para comprar un colchón del día 1 al 10 de Marzo, un descuento de 6 euros en compras de conservas de pescado del día 3 al 7 de Marzo, un vale de 3 euros para compras mayores de 40 euros del día 5 al 15 de Marzo, un vale regalo de detergente skip por compras superiores a 40 euros en alimentación, limpieza, perfumería y parafarmacia del 4 al 8 de Abril, un vale de hamburguesas a un precio especial, si te llevas además los panecillos, un vale de desayuno en el mismo día antes de las 12 de la mañana a un precio especial….., además de los sellos para pegar en las respectivas cartillas para las maletas, cuchillos, diamantes, etc. No hay memoria humana que se pueda acordar de los plazos de utilización de dichos descuentos, ni monedero capaz de albergar tanto vale.

¿Por qué vamos a un comercio u otro de la misma cadena? ¿Por cercanía?

A menudo elegimos establecimientos o servicios sin saber muy bien por qué. Inconscientemente se produce en nosotros un rechazo o una invitación. Hay factores que influyen de una manera que aparentemente no percibimos, pero que a la hora de tomar una decisión de compra son importantes.

Por ejemplo, cuando elegimos una farmacia, tienen el mismo producto al mismo precio pero quizás tienen una rampa para acceso de carritos y tenemos un peque o un horario más amplio o una persona al frente del negocio más amable,  son algunos de los detalles que nos inclinan a elegir una u otra.

Esto lo saben bien los departamentos de marketing de las empresas y por supuesto los de ventas. Ambos, a menudo, trabajan en estas decisiones que toma el subconsciente, el de marketing preparando campañas y el de ventas implantándolas y formando a su gente.

Pero a pesar de los cursos, vemos día a día como en grandes compañías, ese reciclaje no cala en el personal, o bien por desidia, por rotación, falta de profesionalidad, malestar con la empresa, etc. Además, últimamente, con el recorte en el gasto en recursos humanos, que están aplicando algunas compañías, su política de cambiar a los empleados de departamento, de horarios, de ahorrar en la formación y en la motivación de las personas, hace que se produzcan situaciones que lejos de captar clientes, lo que hace es ahuyentarlos.

A su vez, también existen personas que contribuyen a todo lo contrario o bien porque esa formación les ha calado, su empresa se preocupa de su satisfacción o por propia iniciativa en la mayor parte de los casos, gente preocupada del bienestar de los demás, de hacer bien su trabajo, con mimo, con detalle. Siempre al servicio de la satisfacción del cliente o usuario.

A todo esto quiero dedicar esta nueva sección, De Compras.

Habrá ejemplos de ambos casos, unos con mayor o menor acierto, que probablemente os habréis encontrado en alguna ocasión.

Algunos planteados con un poco de ironía y buen humor para no abundar en la insatisfacción que nos produce.

Y en el caso de los positivos para promocionar a este tipo de profesionales que se merecen una mención especial.