MARCANO
C/ Doctor Castelo, 31
MADRID
Teléfono: 91 409 3642
Cuando pasas por la puerta parece desde fuera un lugar para tapeo.
Así empezó este restaurante que se ha convertido ya en una referencia en la zona.
Tiene buena fama su barra, en donde se pueden degustar tapas de autor, una mini cocina para probar distintos platos a un precio más económico que en el restaurante, un poco más formal.
David Marcano dueño y artífice de este espacio empezó con una taberna y llevó su experiencia adquirida en distintos establecimientos tales como Arzak, o el Hotel Santo Mauro, a crear lo que hoy es el restaurante.
Una pequeña sala con paredes de ladrillo visto pintados de malva. Colgados de las paredes espejos de distintos tamaños y formas, como si de cuadros se tratasen, ayudan a reflejar la luz ambiente y hacen que visualmente el espacio parezca más grande y más profundo, además de dar un toque chic y exclusivo.
El detalle de un original techo de madera y la sencillez de los manteles a juego con el resto, hacen del local un sitio muy acogedor.
Su cocina es mezcla de clasicismo y modernidad. Su carta varia, pues juega mucho con el producto de temporada, así, si vas más de una vez, como ha sido mi caso, igual no puedes repetir aquello que te gustó en otra ocasión, pero a cambio es dinámica y variada.
Fijos en ambas ocasiones y que me encantaron, fueron las croquetas de queso idiazábal y los bocartes en salazón casero con salsa de tomate acompañados de mouse de aguacate, dos imprescindibles para compartir.
Tienen el detalle de recibirte con un aperitivo casero que me gustó mucho.
Otro de los fijos en cuanto a los platos principales es el kebab de secreto ibérico con tomate raf y queso feta recomendable para los carnívoros.
En esta última ocasión nos decantamos por los pescados del día.
Sargo con cama de espinacas y Atún con verduritas, los dos fuera de carta y los dos exquisitos
Lo único que estuvo más flojo fueron los postres. Nos ofrecieron tres opciones, supongo que no disponían de la carta completa y ninguna de las tres nos gustó con lo que nos quedamos un poco faltos del remate dulce agradable en cualquier velada.
La atención es esmerada y el precio un poco alto, sobre todo cuando eliges fuera de carta.