En un precioso chalet al pie del Montgó se ubica este restaurante, que hace años tenía ganas de probar.
Una acogedora terraza, que por la noche es una delicia, es en verano el escenario donde sirve su cocina este “Goloso”
Agradezco la costumbre que conservan algunos restaurantes de poner manteles a las mesas, aunque sea en el exterior, además la combinación de colores en malva y blanco junto con los pequeños detalles en el centro de mesa, le dan un aspecto más elegante.
Su cocina de tradición francesa, aprovecha el producto local para darle un toque más mediterráneo sin olvidar sus raíces y platos emblemáticos.
Tienen una carta muy interesante y un menú muy completo por el que optamos.
A elegir entre tres platos de primeros y segundos, y el postre dentro de los que tienen en la carta.
Un rico aperitivo cortesía de la casa y un vino de la tierra para comenzar nuestro viaje.
Nos decantamos por unos Caracoles de Borgoña, imprescindibles si estás en un restaurante francés. Se preparan con mantequilla de ajo y perejil y en esta ocasión los presentaron sin la concha.
Un original Ceviche de Dorada, Jalea de lima sobre gazpacho de pepinos con menta, fue la otra opción. Distinto de todos los ceviches que he probado hasta ahora, el pepino y la menta le dan un sabor único.
Si los primeros nos gustaron, en los platos principales es donde nos conquistaron para siempre.
Un increíble Cordero en corona asada al romero cuyo sabor me durará en el tiempo. Justo punto de asado, sabor y textura excelente. Uno de los mejores platos que he probado este verano.
Y como no podía faltar otro clásico francés el Tournedo Rossini, el Solomillo de ternera “Rossini”, con escalope de foie salteada y su reducción balsámica de oporto. ¡Delicioso!
En la parte dulce no se quedan atrás, no podía dejar de pedir uno de mis postres favoritos Crèpes Suzette
Y para el chocolatero que llevo conmigo
La mousse au Chocolat Guanaja, el primer chocolate negro compuesto por un 70% de cacao.
La atención amable y cercana por parte de todo el equipo. Lo tendré en mi agenda para repetir. No os lo perdáis si vais por la zona.
Los que seguís este blog, sabéis de mi amor por Jávea. Una de las zonas más bonitas de Alicante. Muchos veranos inolvidables y muchas comidas y cenas compartidas.
La oferta gastronómica de este lugar es impresionante y va cambiando con los años adaptándose a nuevos paladares y conservando también esos lugares emblemáticos cuyo mayor mérito es que nunca cambien.
He hecho una pequeña selección de aquellos en los que repito año tras año, aunque hay alguno más de los que os daré cuenta más adelante.
Están mis Michelines,
TULA
He de decir que por este siento una especial predilección y repito cada año.
Borja y Clara forman un tándem extraordinario. Cada año se superan. En un local diminuto y coqueto con su pequeño equipo elaboran unas maravillas que recuerdas en el tiempo.
El comensal con ayuda de Clara se hace su propio menú degustación, deliciosas todas sus elaboraciones
Uno de sus clásicos es el Taco de hoja de shisho con panceta, anguila ahumada y misonesa. En la otra foto Rape en adobo de aceituna negra y pebrella
Mezclas que se repiten en su carta, mar, caza, montaña en una fusión de potente sabor.
Situado en las afueras del Parque Natural del Montgó, en un entorno precioso con vistas a las montañas.
He estado dos veces con distintas sensaciones. La primera vez el menú me encantó y por supuesto en ambas ocasiones el entorno y el servicio fue estupendo, aunque en la segunda ocasión la experiencia fue diferente, eran sabores más intensos y hubiese agradecido un descanso en el paladar, pero es algo muy personal que no desmerece en absoluto las merecidas estrellas que tiene el lugar.
Con una terraza singular dando al canal, con la playa del Arenal al fondo y con un equipo extraordinario, Ferran Ayora y Julien Buyle al frente, un menú que se consolida año a año, su apuesta por el producto, la cocina tradicional con un toque de innovación, llevan conquistándome veranos y veranos.
En las fotos un delicioso ceviche de pez limón y una espectacular Corvina
Una encantadora casa rural alberga las instalaciones de este restaurante. En el exterior su espléndida y coqueta terraza, con mesas amplias y separadas, fantásticos sillones, ideales para una agradable sobremesa, conforman un espacio único a menos de un kilómetro de Jávea.
Y lo mejor, su cocina, con una materia prima de primera calidad. Tienen una carta amplia y variada, con una base tradicional mediterránea. Su chef Hamid Megrini Moujtahid, le aporta elaboraciones internacionales, con toques franceses y algún que otro guiño a otras culturas.
En las fotos sus maravillosos Mejillones a la crema de puerro y uno de sus fantásticos pescados
En el pueblo son ya tradiciónlos siguientes dos grandes,
CASA GRAU
Hace ya años que Quique García su fundador, creaba en un entorno de Bistró francés, recetas típicamente mediterráneas con ese toque especial que él le da, fruto de su experiencia y conocimiento de las técnicas internacionales más modernas.
Esto unido a un equipo sólido, amable y profesional, hacen que cada año sea más y más agradable regresar a sus mesas.
En las fotos una muestra de su Corvina con cous cous de coliflor y un delicioso postre, Crema de queso con frutos del bosque y tierra de galleta.
En una casa típica del pueblo donde han creado distintos ambientes, salas acogedoras y cocina vista su cocina se resume como ellos mismos dicen en “noves tradicions” recetas mediterráneas de siempre, pero con toques y técnicas más modernos y la inclusión de otros sabores de ese mundo por el que ha viajado Carlos el artífice de ellas.
Esas vueltas y vueltas como dicen que les han hecho ser lo que son hoy.
Todo ello se plasma en sus platos, sabores texturas y una cuidadísima presentación.
Muestra de su cocina Rapitos en salazón, tomate confitado y crujiente de cacahuetes y hierbas y una espectacular Ventresca de Atún rojo, berenjena, pimientos, tomate seco y alcaparrón.
Tenemos al travieso, inconformista y extraordinario chef Fabrizio en
9 DONDE FABRIZIO
Pequeño, en una calle donde apenas cabe su amplia terraza, esconde una experiencia gastronómica de alto nivel. Simula un lugar de tapeo con su pizarra en la fachada, y cuando te sientas y empiezas a degustar sus platos, descubres que detrás hay un trabajo de imaginación y buen hacer que se refleja en cada bocado.
Es sencillamente espectacular. No me lo pierdo ningún año. Fabrizio y Alexandra son encantadores y siempre te van a sorprender.
Su ya clásica La mía patata brava y la Berenjena con chocolate, postre que no puede faltar, son dos de sus maravillosos platos
Yhoana y Cynthia Gavilanes, nacidas en Ecuador, , fusionan en su carta platos de distintos lugares, Asía y Latinoamérica principalmente, perfectamente ejecutados. Es puro sabor. El poder combinar en un mismo restaurante la cocina de varios lugares y que sea armónico es una maestría, sin duda.
El restaurante tiene un patio interior lleno de vegetación muy coqueto y que está tan cotizado que es difícil encontrar mesa.
Y en el puerto con unas vistas preciosas el imprescindible
NORAY
Al frente Natalia, en la dirección, encargada también del asesoramiento en la carta de vinos como buena sumiller que es. Va un paso más allá, descubriéndome joyas de la zona que no conocía, y que me encanta probar cada verano.
Taras y Carolina, hacen el resto en la sala superior, poniendo mucho cariño en el trato al cliente.
Su oferta gastronómica se basa en el producto de mercado, sobre todo de la Lonja que tienen al lado, con una muy buena materia prima. Es por eso que siempre tienen algo fuera de carta.
Arroces, pescados, carnes, mariscos todo de primera calidad.
Hace un tiempo incorporaron La Brasa a su oferta y yo desde entonces no pido otra cosa. Pedro Martínez al frente de la cocina y la parrilla es el artífice de unos platos correctos que no defraudan.
Y mi último descubrimiento, sin vistas en el interior del pueblo, pero con una coqueta terraza y una bonita decoración interior
SILENO
Su carta con un producto típicamente mediterráneo, le da una vuelta a algunas opciones tradicionales y ese toque hace que algunos platos sean únicos. Por ejemplo su Bonito marinado, su emulsión y algas marinas, aparte de la bonita presentación, es un plato lleno de sabor, absolutamente recomendable.
O el original Chocolate, aguacate y AOVE Merino Gourmet, aporta a los amantes del chocolate un helado de aguacate y un fantástico aceite, una mezcla que no te deja indiferente.
Espero que os sirva esta selección, naturalmente hay más oferta que también podéis ver en este blog y que seguiré ampliando. Os pongo los enlaces para facilitaros la ampliación de información. Ya me contareis que os ha parecido.
Casa Grau es un clásico en Jávea. Antes de que el casco viejo del pueblo se llenase de ofertas gastronómicas variadas e interesantes., ya, Quique García su fundador, creaba en este entorno de Bistró francés, recetas típicamente mediterráneas con ese toque especial que él le da, fruto de su experiencia y conocimiento de las técnicas internacionales más modernas.
Esto unido a un equipo sólido, amable y profesional, hacen que cada año sea más y más agradable regresar a sus mesas.
En su decoración inspirada en los pequeños bistrós abundan los detalles, espejos, lámparas, relojes y un sinfín de objetos que completan un estilo muy personal
Empezamos compartiendo unas maravillosas “Croquetas de miel y queso azul” que nos recomendó Jakob, siempre tan atento y encantador.
Toda su carta es una maravilla.
En esta ocasión nos decantamos por dos platos de pescado de los que no quedó ni una huella.
“Corvina asada a la brasa con cous cous de coliflor y vegetales”
Absolutamente delicioso el “Bacalao confitado con espinacas” acompañado de tartar de tomate, alcaparras, y olivas negras, imprescindible un plato de 10
Son famosos también sus exquisitos arroces.
Y de postre no os perdáis la “Crema de queso con frutos del bosque y tierra de galleta”
Jakob con su buen humor de siempre viéndome golosa me gastó una broma y me ofreció una cuchara gigante para degustarlo.
En resumen, una velada fantástica como siempre que voy.
Avda. de Lepanto 6 JAVEA, ALICANTE Teléfono: 865 685 875
Sileno es un personaje de la mitología griega, del que se cuentan multitud de historias, generalmente asociado a Dionisio, el dios del hedonismo y los placeres, como mentor y consejero y a menudo acompañante en sus aventuras y celebraciones.
Quizás el restaurante ha escogido este nombre, porque hay mucho que celebrar cuando te sientas a sus mesas.
Abrieron hace un par de años, pero no había tenido la oportunidad de probarlo. En una discreta esquina de segunda línea de playa, emerge como una opción muy digna de tener en cuenta.
El local con una decoración moderna, alegre y relajada, con toques muy mediterráneos, posee una sala interior muy acogedora y una bonita terraza, acorde con el resto, con algunos detalles en las mesas y rodeada de plantas que la hacen más recogida al exterior y muy agradable.
Su carta con un producto típicamente mediterráneo, le da una vuelta a algunas opciones tradicionales y ese toque hace que algunos platos sean únicos. Incluso el pan, que acompañan con una degustación de aceite que, solo ya es un buen comienzo.
Por ejemplo, esta EnsaladillaSileno, con la que empezamos, a la que en esta ocasión le añadieron pulpo dándole un sabor exquisito, un punto perfecto que me encantó.
El Pescado de la Lonja que nos ofrecieron fueron unos Salmonetes con puré de remolacha y berenjena de una calidad extraordinaria
Para mí, el plato que más me impactó en la noche fue el Bonito marinado, su emulsión y algas marinas, aparte de la bonita presentación, es un plato lleno de sabor, absolutamente recomendable
En los postres no se quedan atrás,
Un original Chocolate, aguacate y AOVE Merino Gourmet, aporta a los amantes del chocolate un helado de aguacate y un fantástico aceite, una mezcla que no te deja indiferente.
Otro muy recomendable es el de Cítricos en texturas y esencia de maderas, presentado en un plato hondo, es hundir la cuchara y comenzar a disfrutar…
La atención por parte del equipo de sala y de su responsable totalmente volcados en la satisfacción del cliente.
Sin duda repetiré y formará parte de mi agenda de verano, quiero probar muchos más platos.
Chola es el nombre que se le da a las mujeres mestizas en Ecuador, portadoras de cultura, de historia, símbolo de la mujer campesina y conservadora de sus tradiciones.
Yhoana y Cynthia Gavilanes, nacidas en este país, llamaron así a su restaurante en homenaje a estas mujeres trabajadoras, que en algunos sitios como en Cuenca (Ecuador) “La chola cuencana”, existe una fundación que se encarga de impulsar varias obras sociales en las comunidades rurales, y mantener viva una economía también basada en la artesanía y la confección de esos bonitos trajes tradicionales que nos llaman tanto la atención.
Situado en el casco antiguo de Jávea, el restaurante tiene un patio interior lleno de vegetación muy coqueto y que está tan cotizado que es difícil encontrar mesa.
La sala del restaurante es una opción que también se agradece en los días muy calurosos.
Con una decoración rústica, paredes blancas o con piedra vista, suelo de cerámica, mesas de madera, desnudas con un sencillo mantel individual y una preciosa vajilla, lo hacen más acogedor.
Algunos detalles salpican el local, consiguiendo pequeños originales rincones. Un teléfono antiguo de madera, una pared con máscaras, que se han traído las dueñas, recuerdos de sus viajes, (afición que comparto) alguna antigua estantería…,
Pero lo más impactante, es el pequeño reservado, donde una impresionante mesa de marquetería llena el espacio consiguiendo hacer un rincón muy especial. Lástima que éramos solo dos, pero es muy recomendable para una pequeña celebración.
Y lo mejor, la comida, Fusiona en su carta platos de distintos lugares, Asía y Latinoamérica principalmente, perfectamente ejecutados. Es puro sabor.
El poder combinar en un mismo restaurante la cocina de varios lugares y que sea armónico es una maestría, sin duda.
Nada como romper el hielo con un coctel. Un riquísimo Pisco Sour, uno de los múltiples cocteles que tienen.
Tienen un apartado cuyo protagonista es el atún.
Probamos el Tiradito apaltado, akami, palta, crema de ají amarillo y mango
El atún, como el resto de pescados grandes, se filetea en varias partes, y en algunos países al lomo se le llama akami, es ideal para hacer el tiradito, aquí la palta o aguacate suaviza la acidez del plato. Es un plato extraordinario al que ni le falta ni le sobra nada.
En este apartado del atún también probamos Nem vietnamita, Roll de Atún rojo, vegetales y salsa exótica.
Para comer con las manos, envuelto en una hoja de lechuga me pareció más refrescante que otros que he probado envueltos en pasta brie.
Uno de los que más me gustó fue la Causa de pulpo y calamar La causa es un plato típico muy extendido y conocido en la gastronomía peruana.
Este a base de pulpo, yema y palta tatemados, calamar, papa violeta y leche de tigre al olivo, está delicioso.
La yema y la palta o aguacate están asados ligeramente (tatemados) y le dan un toque muy especial.
Deliciosos los Dumplings Munbai, unas Gyozas crujientes de cordero curry mongoles y hierbas frescas, impresionante como los anteriores.
Sin bajar la guardia otro de mis preferidos el Gua bao Yakiniku,
Pan al vapor, presa ibérica y la salsa barbacoa japonesa Yakiniku. Me encanta el pan bao y en Chola tienen una ternura y suavidad increíbles, además de una bonita presentación.
Siguiendo con los platos asiáticos nos atrevimos con el Magret de pato pekín
Un Tataki de Magret semicurado con especias asiáticas. A estas alturas ya se puede decir que todo lo que hacen lo bordan. Y me quedan muchos platos por probar.
Los postres no se quedan atrás.
La Torrija Brioche, que aporta un sabor dulce que se agradece después de los toques ácidos y picantes de sus platos.
O los Mochis Chessecake, suaves pastelitos de queso acompañados de un refrescante helado.
Tanto me gustó la experiencia que pude repetir y seguiré repitiendo siempre que esté en Jávea.
La atención por parte de todo el equipo muy cálida.
Avenida Marina Española 1 JÁVEA ALICANTE Teléfono: 96 579 2912
Situado en un lugar privilegiado en el Puerto de Jávea, con su terraza mirando al mar, es uno de esos sitios, en donde te gustaría que se detuviese el tiempo mientras cenas y disfrutas de la brisa.
En dos alturas, dos grandes salas, posee además una terraza exterior en el paseo y una terraza acristalada en el piso superior con vistas al mar.
La parte inferior, dedicada a desayunos, copas, vermuts, comidas y cenas más informales y en la superior una oferta gastronómica más seria.
Abierto desde el 2012, voy todos los años en verano. En alguna ocasión más de una vez.
Foto cedida por el restaurante
“Noray” en el ámbito de la náutica es una especie de bolardo que emplean los marinos para asegurar las amarras de cualquier tipo de embarcación, así yo me amarro durante el invierno al recuerdo de todos los buenos ratos que he pasado aquí.
Ha tenido muchos cambios desde entonces, tanto en su decoración, ahora más acorde con la moda, sin manteles, que, aunque he de decir que no me gusta demasiado, aquí han conseguido conservar la elegancia y calidez y el detalle de poner un posa cubiertos, para no dejarlos encima de la mesa desnuda y un platito para el pan ayuda.
Bonitos también los centros de mesa, un toque marinero en la representación de una estrella de mar.
Con los años ha mejorado, como los buenos vinos. Y he encontrado este año sobre todo, un cambio en la sala muy a destacar por la calidez en la atención y profesionalidad. Al frente Natalia, en la dirección, encargada también del asesoramiento en la carta de vinos como buena sumiller que es. Va un paso más allá, descubriéndome joyas de la zona que no conocía, y que me encanta probar cada verano.
Taras y Carolina, hacen el resto en la sala superior, poniendo mucho cariño en el trato al cliente.
Su oferta gastronómica se basa en el producto de mercado, sobre todo de la Lonja que tienen al lado, con una muy buena materia prima. Es por eso que siempre tienen algo fuera de carta.
Arroces, pescados, carnes, mariscos todo de primera calidad.
Hace un tiempo incorporaron La Brasa a su oferta y yo desde entonces no pido otra cosa. Pedro Martínez al frente de la cocina y la parrilla es el artífice de unos platos correctos que no defraudan.
Existe la salsa para mojar pan y el pan para disfrutar sin más, y es lo que yo hago como comienzo de una comida, y es que aquí el Pan de cristal está exquisito y es perfecto mientras esperas los platos.
Fuera de carta este año nos ofrecieron unas Zamburiñas, muy ricas.
Y unos Boquerones con un aliño y un punto maravilloso
Sus `pescados a la brasa son extraordinarios, y los acompañan de unas verduritas al punto muy ricas también
El Salmón, el Atún, el filete de Corvina correctos todos ellos.
El Lomo de Bacalao extraordinario de textura, punto, y el sabor fantástico que le da el fuego.
Y una de las joyas de la brasa es La lubina, absolutamente deliciosa. Acompañada también de unas verduras al punto.
No se quedan atrás en los postres.
Torrija quemada y helado de leche merengada, ¡que combinación! casera y muy rica
Tarta de queso pasiego al horno con helado de caramelo salado, una delicia
Tarta caliente de manzana y helado de vainilla, ¡increíble!
Hay que esperar 20 minutos, pero merece la pena, además Natalia tuvo el detalle de invitarnos con la tarta a probar una copa de vino Dolç Les Freses, un vino dulce que ha sido mi descubrimiento de este año, esplendido moscatel de vendimia tardía. La uva la recogen manualmente cuando se ha pasificado en la planta, cuando el azúcar está en el momento justo, por eso tiene un sabor especial, nada empalagoso con un cierto grado de acidez.
Otro de mis descubrimientos este año y que también acompañó a la cena fue Tahúlla un blanco moscatel elaborado artesanalmente por una pareja de viticultores de Benitatxel ,Aida y Luis. Un vino muy rico, fresco, aromático. Me gustan mucho los vinos de esta zona. Y sumillers como Natalia suelen recomendar bodegas poco conocidas que esconden grandes caldos.
En definitiva, un sitio de los que no me canso y que seguiré disfrutando. Me faltan muchas cosas por probar. Es altamente recomendable.
Últimamente encuentro en Jávea el interés por salir de la gastronomía turística y volver a las tradiciones de la cocina mediterránea y alicantina.
Ya os he hablado en este mismo blog de algunos ejemplos sobre todo localizados en el casco antiguo.
Aunque Volta i Volta ya es un veterano en la zona y probablemente de los primeros en abrir esta brecha.
Pequeños y no tan pequeños locales como en este caso, la adaptación en una típica casa tradicional con distintos ambientes. La cocina vista a la entrada con dos pequeñas mesas, una zona con alguna mesa alta en modo más informal y en la parte superior la sala principal que conserva algún vestigio de lo que pudieron ser distintas habitaciones de una vivienda, creando acogedores rincones.
Las paredes blancas encaladas adornadas con diseños de cabezas de animales en esparto, creaciones artesanales que se elaboran en la zona, y unos ramos de flores secas colgando que de dan ese toque natural, rústico y mediterráneo, completado con alguna composición fotográfica.
Mesas desnudas de madera con un sencillo camino de mesa de hilo blanco y un pequeño bouquet en el centro.
Los suelos de mosaico hidráulico, una baldosa muy apreciada en las zonas costeras por su frescura en los años 30 o 40 y que ahora vuelve a estar de moda por sus motivos tan coloridos, rombos, formas geométricas etc. Intuyo que estas son las originales de la casa y le dan un toque vintage.
Los balcones a la calle que junto con el corte en los distintos motivos en el suelo sigue recordando a lo que pudieron ser las distintas habitaciones y hacen del lugar un espacio típico familiar, casero.
En cuanto a la cocina ellos lo resumen en dos palabras que dan idea de lo que vas a encontrar “noves tradicions” recetas mediterráneas de siempre, pero con toques y técnicas más modernos y la inclusión de otros sabores de ese mundo por el que ha viajado Carlos el artífice de ellas.
Esas vueltas y vueltas como dicen que les han hecho ser lo que son hoy.
Todo ello se plasma en sus platos, sabores texturas y una cuidadísima presentación.
Así te entretienen con un aperitivo singular, mientras decides de una carta que varían ya que trabajan con producto de temporada.
Unas Habitas de soja con aderezo de ajo, guindilla y jamón ibérico
Muestra de este espíritu renovador de la tradición es este plato,
Rapitos en salazón, tomate confitado y crujiente de cacahuetes y hierbas
Los salazones, técnica tradicional del mediterráneo español desde los fenicios, aplicada en esta ocasión a un pescado tan delicioso como es el rape en su versión pequeña, el rapito. El tomate confitado y el crujiente de cacahuetes le dan ese toque especial que hace que el plato esté delicioso.
La versión de este año no es menos deliciosa y completamente distinta.
Cono de galleta salada con rapitos y hueva de maruca ahumada
Para comer de un par de bocados, delicioso.
El único inconveniente que yo le pongo es que ponen tres en la ración.
Esto lo hacen en muchos restaurantes. Y hoy día que muchas veces pedimos los platos para compartir, pues es complicado partir un cono en dos. Deberían advertirlo cuando toman la comanda y ofrecer alguna alternativa.
He de decir que lo comenté y se disculparon porque parece ser que normalmente lo solucionan, solo que nosotros ya habíamos terminado.
Espectacular es la Ventresca de atún rojo, berenjena, pimientos, tomate seco y alcaparrón
A parte de la calidad del producto y el punto que le dan, está la verdura que lo acompaña, que más que un acompañamiento, es protagonista también del plato, absolutamente recomendable.
Sin bajar el nivel una fantástica Anguila a la brasa, foie gras y verduras de temporada.
Increíble esa perfecta unión entre la anguila y el foie, tratada ya en otros templos como el de Martín Berasategui.
En este caso la vuelta que le dan es maravillosa, y las verduras como en el anterior sublimes.
En un perfecto punto de cocción, sabroso y con una salsa perfecta el Mero con patata nueva, carbonara marinera y jugo de ñora
En el capítulo dulce no se quedan atrás
Muy ricas las Milhojas de higo, cabello de’angel y agua de rosas
Delicioso el Baklava con frutos secos y crema de agua de rosa
Postre de origen turco, muy común en Oriente Medio, muestra de esa suma de sabores y creaciones, que han rescatado, de esos lugares, que han visitado.
Y ¡cómo no!, el Cremoso de chocolate y espuma de cacahuetes garrapiñados
En definitiva, un sitio altamente recomendable, para tener en la agenda y que sin duda seguiré disfrutando el próximo verano.
Av. De la Llibertat, 36 XÁBIA, ALICANTE Teléfono: 966471745
Hacía varios años que deseaba probar este restaurante. Alguna vez volviendo de la playa intentaba reservar, pero la demanda desde el principio fue tal, que se volvió ardua tarea.
Este año ya no lo podía dejar pasar y planificado con tiempo lo conseguí. Y no sólo una vez, sino que tuvieron la amabilidad de volverme a llamar, como yo les pedí, si tenían una anulación de reserva antes de finalizar mis vacaciones. Así es que doble gozada.
Tula es el proyecto personal de Borja y Clara, una pareja, que como en esas historias que se ven en el cine, después de formarse cada uno por su lado, se conocieron trabajando con Quique Dacosta y desde ahí siguieron por distintas experiencias profesionales, pero ya juntos, hasta decidir abrir su propio restaurante.
Por esas carambolas del destino, aterrizaron en Jávea cuando lo que en principio querían era abrir en Madrid, decisión que no me hubiese importado en absoluto.
Es un local pequeño, con pocas mesas en mármol desnudo. Sus paredes color visón y friso de azulejo, la bonita composición de cuadros, su librería con los potos trepadores tal y como los tendríamos en el salón de nuestra casa, conforman un ambiente muy acogedor. Los cojines en el sofá corrido completan el look.
Esa sencillez se traslada al trato al cliente por parte de Clara que lleva la sala y otra persona en el equipo pendiente de cada detalle.
Y Borja, que con su pequeño equipo en la cocina, elabora unas maravillas, que, con pasión, luego te explica cuando te las trae a la mesa.
Tula se llama así en homenaje a la abuela de Borja, cocinera durante muchos años en Azuqueca de Henares, un pueblo cercano a Madrid y de la que según cuenta aprendió a cocinar.
Con una merecida estrella Michelin, su oferta se basa en unos poquitos platos como base y algunas sugerencias fuera de carta.
No tienen menú degustación, como suele ser habitual en un Michelin, así pues, el comensal se diseña su propio menú, ayudado por los consejos de Clara, que te asesora en cuanto a raciones, cantidades, sabores, combinaciones para elaborar una degustación perfecta.
Los platos están pensados para poderlos compartir y al servirlos los traen perfectamente emplatados por separado, un detalle digno de mención porque muchas veces cuando queremos compartir un plato al dividirlo el cliente no suele ser capaz de medir la cantidad exacta de los ingredientes para degustar el plato en toda su dimensión.
Las reservas las hacen perfectamente escalonadas para que el cliente se tome su tiempo, mientras te ponen un sencillo y rico aperitivo, acompañado de pan y aceite en un original envase, Clara te va orientando acerca de los platos.
Uno de sus clásicos es el Taco de hoja de shisho con panceta, anguila ahumada y misonesa.
Para comer con las manos envuelto en la hoja de shisho un bocado de sabor increíble, y literalmente para chuparse los dedos, por lo menos es lo que yo hice.
Su Croqueta de blanquet a la brasa, cebolleta y queso de cabra es perfecta, el blanquet es un embutido tradicional de la Comunidad Valenciana, es como una salchicha blanca o una especie de butifarra.
La mezcla de sabor con el queso, la cremosidad y el punto de rebozado la hacen otro bocado imprescindible.
Deliciosa la Gamba blanca con escabeche emulsionado de pollo, coliflor y almendra
Mezclas que se repiten en su carta, mar, caza, montaña en una fusión de potente sabor.
Unas originales Cocochas de merluza y velouté de coco y limón de suavidad exquisita que no tienen nada que envidiar a las tradicionales cocochas al pil pil a las que estamos acostumbrados
En esta mezcla continua de sabores unos Sepionet con salsa de torreznos fuera de carta, plato sorprendente. El sepionet es una exquisitez de la familia de la sepia más pequeño y tierno y yo diría más meloso. No lo había probado nunca y con esta salsa resultó innovador.
Más delicado de sabor la Lecha con escabeche de zanahoria y gamba y zanahorias en papillot, simplemente delicioso.
Más conocido como pez limón, este año lo estoy probando en diversas elaboraciones. En este momento es bastante apreciado por ser rico en Omega 3. El punto que le da Borja te va anticipando de lo que es capaz de hacer con el pescado, y que pude constatar la segunda vez con el
Rape en adobo de aceituna negra y pebrella, jugo de hervido y salsa cardinale de quisquilla.
Estudioso de los pescados, últimamente trabaja en la maduración de los mismos y las técnicas de curado y está impulsando la elaboración y comercialización de embutidos marinos al igual que hace Ángel León.
Es quizás por ello que comiendo este rape me recordaba a los embutidos que hacía mi abuela con ese olor de ahumado de chimenea de pueblo. Un platazo de diez.
Como no todo es pescado, Las Mollejas de ternera con bechamel merengada, praliné de ajo asado y su jugo mantienen el nivel de una maravillosa cocina.
En el capítulo de los postres no se quedan atrás.
Impresionada por Coliflor, chocolate blanco y limón, maestros en mezclar sabores no podían ser menos en los dulces.
Su particular y deliciosa tarta de queso, Pan, queso servilleta y aceite.
El queso servilleta siguiendo con su modo de actuar, sirviéndose de proveedores y productos locales, es un queso típicamente valenciano y se llama así por su proceso de elaboración en el que se prensa y escurre el suero de la leche con una servilleta anudada.
En homenaje a Casa Gerardo donde Borja y Clara se formaron hacen el Arroz con leche caramelizado, que me dejó sin palabras.
Y para los chocolateros. Los que me seguís, sabéis que llevo uno siempre a mi lado, el Buñuelo, chocolate, cacahuete y calabaza con un punto picante, espectacular como el resto.
Punto y final para una redonda velada, dos en este verano de descubrimientos gastronómicos. Y este sin duda va a formar parte de mi agenda estival.
Hace más de cinco años, con su primera estrella Michelín probé su menú y os conté la experiencia en una de mis primeras entradas en este blog.
Ahora con la segunda estrella consolidada en unos cuantos años y pasados los apuros y esfuerzos por el covid, he querido volver a vivir la experiencia aprovechando su décimo aniversario y el menú especial que para ello ha elaborado.
El sitio sigue siendo muy acogedor, una casa de campo restaurada con un entorno precioso ajardinado y salpicado de esculturas, esta vez pude disfrutar de su terraza, con mesas separadas amplias y salpicada de esculturas y muebles de madera y forja elaborados por artesanos de la zona.
Preciosa también la vajilla que personalizan en cada temporada.
En cuanto a su menú, basado en el pescado y el marisco de sabores muy intensos, para paladares fuertes, incluyen un solo plato de carne al final.
Nos recibieron en su Mesa Ancestral con una degustación de caballa prebrella, corvina en pimentón y bonito curry, salazones que recuperan aromas y sabores de antiguas civilizaciones intensos y muy originales, antesala de lo que nos esperaba.
Ya en mesa empezamos con unos aperitivos.
Un indescriptible Flan !!! mezcla de texturas y sabores, muy rico, una original Coca de Parfait,
Un delicioso Profiterol de Merluza, unos Mochis, un exquisito pastelito japonés de pescado, y una sopa fría de Tomates Fermentados
Seguimos con un trio fuerte de sabor a modo de embutido marino,
Magro, Cabeza de cerdo marino y Ventresca
Para refrescar y darte un pequeño descanso uno de los que más me gustaron
Pimientos y pulpo
Muy original la Boloñesa de Navajas y Erizos, ya he dicho que los platos son todos de un sabor fuertísimo y este sin duda se lleva el premio. A mí me resulto excesivamente fuerte, sobre todo porque a estas alturas ya estaba un poco saturada de tanta intensidad.
Seguimos con unas Quisquillas filtradas con grasa y escabeche
Y el único plato de carne El Pichon, sin descanso en la intensidad
Sin duda un menú digno de dos estrellas Michelin, aunque para mi gusto difícil por lo fuerte de las texturas y los sabores, en la anterior ocasión recuerdo un menú más variado en intensidad y lo disfruté más.
Un respiro fue su refrescante postre, Frescura Mediterránea, una especie de nube golosina con un interior helado muy fresco.
Y el Postre Inesperado. Delicioso para terminar.
Y los Mignardises
En resumen, una experiencia con luces y sombras, achacables evidentemente a mi gusto personal.
En las fantásticas instalaciones de Salones Carrasco hemos podido disfrutar este verano de la cocina fresca y variada de este restaurante
Lo descubrí hace un par de años. Situado en una pequeña terraza cerca de la playa del Arenal, Vidafina me conquistó con sus variadas y ricas tapas. Una cocina que mezcla distintas culturas manteniendo esa base mediterránea con una cuidada presentación a unos precios muy competitivos y ahora en un entorno privilegiado.
No sé si continuarán aquí, o una vez que pase esta situación atípica que todos estamos sufriendo volverán a su antigua sede pero en cualquier caso seguiré siéndoles fiel.
Entre sus muchas exquisiteces no me pierdo nunca sus Gyozas de pollo acompañadas con mayonesa de soja
Fantásticos sus Mejillones thai con curry rojo
Muy original este Revuelto de erizos, gambones y ajos tiernos
Clásico ya su Pan Bao con pato, cebolla confitada con teriyaki y anacardos
Original su Ensaladilla de sepia con patata violeta
En el capítulo de los dulces, una variación del Tiramisú con galleta maría
y sus ricas tartas, la más conocida Carrot cake y una que yo no había probado nunca la Tarta de calabaza
La variedad y cantidad de sus platos en carta, y la posibilidad de compartirlos, le hace ser una opción ideal también para las cenas informales en familia o con amigos.