LA BUENA VIDA

Conde de Xiquena 8
MADRID
Telefono: 915 31 31 49

Fue una noche en la que los detalles negativos se van sumando haciendo que al final resulte un desastre de velada.

Leí la cantidad de reseñas positivas del restaurante y nos decidimos a probarlo, y desde el primer momento para mí nada estuvo a la altura del precio.

Reservamos un día antes, y nos llamaron esa misma tarde para confirmar. Cuando llegamos, al fondo de la sala estaba ocupada una mesa por un grupo y en la zona de la entrada había dos mesas con una pareja cada una. El resto de mesas tres o cuatro de cuatro personas y  un par de ellas de dos, vacías. Nos dieron a elegir entre una mesa pegada a una pareja y otra en la que uno de los asientos es un sofá. Elegimos esta última por estar un poco más íntimos. Pues bien, el resto de las mesas se quedaron vacías toda la noche. Y yo me pregunto, si a las 10 de la noche ya sabes que no tienes más reservas, ¿por  qué  dar las mesas más incomodas dejando las mejores vacías?. Entendería que te guardes un par de ellas para las personas que puedan venir sin reserva, pero es absurdo que pongas a una reserva en el sofá más incomodo que he probado en mi vida, mientras estás viendo unas cuantas mesas vacías toda la noche.

En cuanto a la decoración, le falta un poco de iluminación para aprovechar y destacar la madera que si es bonita. Y desde luego arreglaría ese sofá.

El servicio podría mejorar, correcto sin más, y sobre todo la imagen, no sé por qué, esa manía que tienen algunos dueños de restaurantes de atenderte como si estuviesen en el salón de su casa, que solo les falta las zapatillas, y esa actitud displicente como si te estuviesen haciendo un favor, estamos hablando de una media de 60 euros por persona, creo que el precio merece un poquito más de esfuerzo.

En cuanto a la comida, pues tampoco fue nuestro día.

Compartimos de primero Rebozuelos, unas chantarellas realmente exquisitas, la única nota positiva. De segundos la famosa Raya a la Mantequilla Negra, que según la opinión que había leído en algunas críticas, era lo más parecido a la del antiguo restaurante ya cerrado  La Gastroteca de Stéphane y Arturo, pues ni de lejos se le parece, y Cogote de Merluza, recomendación fuera de carta, que fue un desastre completo, muy mala presentación, difícil de comer, medio crudo y como guarnición unas patatas chips y cuatro pimientos de padrón, esto si, a 27 euros, que el precio si es de restaurante de primera.

Aún así quise probar postre, tenía la esperanza de rematar con un buen sabor de boca, una tarta tatin con crema de leche. Bueno la tarta corriente y la salsa má s parecía que hubiesen echado la leche sin más.

Como me dejé el plato de merluza casi entero, cuando ya había pedido el postre y mi marido había terminado, se ofrecieron a ponerme alguna media ración de otra cosa, sin preguntar qué había pasado, si me había gustado, lo que era obvio que no. Decliné la invitación. Eso sí, nos invitaron a un café.

Bueno por el precio desde luego para mí no está a la altura, creo que deben mejorar bastante, no todo es la comida, y Madrid a este nivel tiene muchas mejores opciones.