BRUTALISTA
Calle de Juan Álvarez Mendizábal, 34
MADRID
Teléfono: 911 59 57 77
El Brutalismo es un movimiento artístico, un estilo arquitectónico de los años 50 a 70 del pasado siglo, caracterizado por el predominio de los materiales brutos, como hormigón, formas rígidas y una estética sencilla sin florituras.


Es lo primero que llama la atención cuando entras en el local, estética industrial, brutas las paredes, con una gran barra en un lateral y mesas de madera o con la tapa de zinc, todo sencillez y amplitud, preludio de lo que te espera en la degustación de su cocina, de ahí la elección del nombre.


Pablo López Ibarra, artífice y chef de Brutalista junto con su equipo, consiguen que esa sencillez y ausencia de artificios se convierta en calidez y cercanía con el comensal que, desde el minuto uno, comienza a interactuar con ellos elaborando su propio menú.
Porque en este sitio no hay carta propiamente dicha. Como en las antiguas tabernas te cantan los platos y te los van explicando para ayudarte a decidir cómo vas a componer esa oferta.
Lo dividen en varios apartados
El Base, consistente en tres entrantes
El Bruto, tres entrantes y un segundo plato
El Base especial, cinco entrantes
El Bruto especial cinco entrantes y segundo plato
Como era cena, nos aconsejaron El Bruto y estuvimos muy bien aconsejados. Las cantidades son suficientes para llegar a poder degustar el postre que entra dentro del precio del menú.
Tanto en entrantes como en plato principal te ofrecen una variedad para que puedas elaborar la degustación a tu gusto pudiendo además ser diferentes entre los comensales con lo que incluso puedes probar más cosas robándole un pedacito a tus acompañantes.
Nada más entrar en todas las mesas tienen un bol de patatas fritas caseras como detalle y una bonita jarra de agua. Una pequeña pieza de latón para apoyar los cubiertos, atados con la servilleta con una sencilla goma, son sus únicos acompañantes.
En la línea de su decoración también se ajusta su cocina, con una propuesta de buen producto y elaboraciones sencillas pero trabajadas. Especializados en los magníficos escabeches, destacando un sabor más suave y ligero que los tradicionales a los que estamos acostumbrados un poco más ácidos. Aquí los ingredientes están muy equilibrados y resultan exquisitos.
Mientras esperas te ofrecen un aperitivo detalle de la casa, una ensalada con verduritas encurtidas, unas originales mondas de patatas fritas que acompañan a una deliciosa crema.

Empezamos los entrantes con una refrescante Ostra aliñada con escabeche de puerro, bocado indescriptible

Y “ Mejillón bouchot con palo cortado y jengibre”
Esta variedad se reconoce por su caparazón negro azulado y su pulpa de color amarillo anaranjado.
Un caldo impresionante que no puedes evitar terminar con cuchara.

Continuamos con “Puerro quemado escabechado y shitake”, una combinación exquisita el intenso sabor del escabeche en el puerro con esta seta que siempre tiene un cierto sabor ahumado y aroma profundo

El siguiente para amantes de la casquería, “Lengua de vaca con ensalada de hinojo y el fiambre de oreja de cerdo escabechadas”, un puntazo de sabor.

Cómo tercera entrada, elegimos
“Conejo escabechado “ se sirve en un caldo riquísimo, la carne tierna y suave, una delicia que acompañan con una original guarnición, una ensalada de pasta y un trozo de pechuga de pollo escabechada.

Y “Codorniz frita” estrella indiscutible de los entrantes y que resume esa filosofía de la sencillez de un plato extraordinario. Con tan solo una pequeña ensalada de escarola y granada, una pieza crujiente en el exterior y tiernísima en el interior para comerla con las manos y chuparse los dedos, una delicia

Y Llegamos al segundo “Lubina al vapor con escabeche” una mezcla entre ceviche sin serlo y escabeche, espectacular también.

Y los postres, de los que también puedes elegir entre unos cuantos que te ofertan
Una “Tarta de nuez con nata casera” receta rescatada de la familia

Y el goloso “Queso gorgonzola con granola miel y polen”

Como iba a ser un festín variadito, lo acompañamos de un Mencía fresco “Pago de Valdoneje” que acompaño perfectamente toda la cena.


El equipo como os adelanté al principio es un plus. Muy cercano y extremadamente amable, pendiente de cada detalle. Una gozada de experiencia que pienso repetir.
Hasta pronto,










































