EL CENADOR DE LAS MONJAS
Convento de San José S.XVI,
Travesia de Ines, 1,
PASTRANA, GUADALAJARA
Telefono: 949 37 01 01
Pastrana es una de esas villas medievales que engrandecidas por nobles en un momento determinado, cuando sus herederos deciden cambiar de hogar, dejan el pueblo durante años abandonado a su suerte y los palacios y monumentos, que a su tutela se crearon, languidecen y se deterioran, hasta que alguien los saca de su letargo.
Este es el caso de algunos de los edificios de este pueblo, lleno de historia.
En concreto este restaurante está situado en el Convento de San José, fundado por Santa Teresa, donde la Princesa de Éboli, duquesa de Pastrana, patrocinadora del mismo y artífice del desarrollo de la villa en su momento, ingresa un tiempo al quedarse viuda.
El partido que han sacado a esas dependencias, concretamente la antigua Sala Capitular del monasterio, es fantástico. El lugar es único, acogedor a más no poder, cómodo y elegante.

Sus grandes mesas separadas invitan al disfrute de la comida sin oír conversaciones ajenas.
La decoración llena de detalles y cuadros, algunos de ellos están a la venta.
Curiosa la escalera por donde subes al restaurante, inclinada con los años y con la que hay que tener cuidado para no tambalearse.
Esa gran chimenea que te recibe nada más entrar y que se agradece después de pasear por las callejuelas de un pueblo bastante frío en invierno.

Manuel Cámara al frente de la sala te recibe con amabilidad y sencillez, orgulloso del producto que ofrece y te va asesorando y aconsejando sobre una carta justa a la que ni le falta ni le sobra nada.
Su cocina, tradicionalmente manchega, a la que han añadido un toque singular, que hace que los platos difícilmente puedas olvidarlos.
Empiezan con unos aperitivos cortesía de la casa, un caldo con grelos y una crema de sopa de ajo que anuncian por si solas lo que está por llegar.
De su propia huerta proceden las verduras con las que realizan un pisto que sinceramente mejor no he probado, lo acompañan con un sorbete de tomate y el contraste es sublime.

No podían faltar unas migas, las hacen crujientes al horno, acompañadas como no de uvas y huevo frito, sin palabras me dejaron.

Y qué decir de los principales, imprescindible probar las Albóndigas de corzo envueltas en una deliciosa salsa de frutos rojos, un plato de diez, original y sorprendente.

Y el Secreto ibérico con gachas de pastor y boletus, elevando la categoría de un plato típicamente campesino como son las gachas y dándole un toque muy especial.

Después de esta fiesta los postres también estuvieron a muy alto nivel, Sabores de chocolates mezcla de texturas

y la extraordinaria Torrija de Santa Teresa con helado de yema, un bocado que remata la extraordinaria experiencia.
