ALMEJA
Rua de Fernandes Tomás 819
OPORTO, PORTUGAL
Teléfono: 351 22 203 8120
Oporto ha sido todo un descubrimiento. Hacía tantos años que no iba a Portugal, que casi se me olvida las ganas que te quedan de volver. Es una ciudad que te atrae enseguida por su peculiaridad, ideal para pasearla a pesar de sus cuestas y descubrir cada uno de sus rincones.



Ya conocía su gastronomía. Siempre he comido extraordinariamente bien en mis viajes.
Y me ha sido muy grato constatar que, no solo siguen en esa línea, sino que además puedes descubrir sitios tan fantásticos como Almeja.
Los protagonistas de este negocio son el Chef Joao Cura en los fogones y su mujer Sofía Amaral responsable de la Sala
No es la primera vez que me encuentro una pareja al frente de un local de restauración y la verdad, es que el resultado de esa conexión se nota en la sala.
Por supuesto, sin desmerecer al personal que ejerce su profesión sin que exista ningún grado de afectividad personal con el chef, es verdad que se intuye, o por lo menos yo lo he notado, una pasión por el negocio compartida y muy especial.


La cocina de Joao es muy personal, como toda cocina de autor. Con un producto de mercado y de raíces portuguesas, las influencias de otros países, sobre todo de India, se notan en todas sus elaboraciones. Así en sus sabores se mezcla la frescura y el picante a la vez, lo cual es un contraste, como poco, curioso.
Sofía, en la sala, consigue un clima de confianza y calidez que, en un entorno decorado con sencillez, logra que pases una velada muy confortable.


Fotos cedidas por el restaurante
El local tiene tres ambientes, dos de ellos separados por un pequeño pasillo y una terraza exterior que, como era noche y llovía, no pudimos disfrutar y que estoy segura, será una delicia en buen tiempo.
La madera, los detalles de la pequeña alta librería, el bonito aparador y el precioso suelo cerámico, conforman un ambiente muy agradable.
En el pasillo me encantaron las puertas de los baños y los dos pequeños rincones en la entrada del local.


Empezamos como no podía ser de otra manera con un aperitivo.
Un homenaje a sus viajes por España, no podía ser más castizo que un vermut. Pero a su manera, eso sí.
Sorbete de vermut y oliva gordal rellena de anchoa.
Una exquisitez que te da idea de lo que puedes esperar después.

Caldo de cocido y rissol de cocido
El rissol está entre la empanada y la croqueta, pero aquí lo hacen más parecido a un falafel por su intensidad y sabor. Muy rico, acompañado de su caldo, un buen entrante para comenzar el viaje.

Después la Galleta de garbanzo, balchao, gamba y de algas.
Balchao es un plato picante de Goa en la costa occidental de la India. Joao tiene muchas influencias de esta cocina en todas sus preparaciones.
Lo presentan en una base de conchas de berberechos, pero lamentablemente mi foto no era buena. Os dejo una muestra de la galleta que gentilmente Sofía ha tenido la amabilidad de enviarme para que os hagáis una idea de lo detallada que es su preparación.

Uno de sus clásicos, que no falta en sus menús, es La tostada de cabeza de cerdo, escabeche y manzana, un bocado sutil y delicioso.

El siguiente es como un alto en el camino, para probar su Pan de masa madre, un brioche y una mantequilla casera con aceite metáfora.
Seguimos con Apio, chirivía, crosnes y limón. Un paso vegetal del menú, todo delicadeza una especie de puding suave lleno de matices.

Una mariscada, algas y cítricos, para mi gusto un pelín más floja, quizás porque me gustan menos los caldos de pescado, pero siempre es un gusto personal.

En el tema pescado, una Corvina con espárragos y guisantes, envuelta en pasta brie, al punto de cocción y con unas verduras exquisitas al dente de sabor potente, extraordinario.

Llegamos al apartado de carne, Cerdo habas, ajo y cuscús transmontanos
Una carne tierna al punto con un acompañamiento perfecto.

Y los postres, ¡que puedo decir de los postres!. Portugal es el rey del dulce. Y aquí no podían ser menos. Solo, que le dan una vuelta y un aire muy especial
El primero Maíz, dulce de leche, mole y cacao, con una cuidada presentación, detalle de la mazorca de maíz perfectamente elaborada y un toque picante en contraste con el dulzor, que suele dar en demasía a los platos, el dulce de leche, le da un sabor muy especial.

El segundo Curry dulce, coco, mango y lima. Indescriptible. Hay que probarlo. Delicioso.

Fuera del menú `probamos otro postre, también un clásico de la casa, a base de coco, nata chocolate blanco y especias…maravilloso

Unos petit four para terminar con el café, remataron una cena de diez. Y como he dicho antes una calidez y atención extraordinarias.
