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Restaurante Antuanet. Disfrutando la cocina libanesa

ANTUANET

Calle de Augusto Figueroa, 21
MADRID
Teléfono: 610 49 06 04

Últimamente paseando por Chueca encuentro nuevas aperturas de restaurantes. Es un barrio en constante movimiento y la que otrora fuera la calle de las zapaterías, Augusto Figueroa, se está convirtiendo, como el resto del barrio, en zona gourmet. Es el caso de Antuanet, abierto hace un par de meses, ya se vislumbra como todo un referente de la cocina libanesa en Madrid.

Esta cocina está considerada una de las más saludables del mundo por la abundancia de granos integrales, frutas y verduras, legumbres y el consumo de grasas animales con moderación. Aquí la mezclan con la gastronomía árabe, dándole una vuelta a las presentaciones y un toque personal, como algún guiño a la cocina siria, por ejemplo.

La tradición libanesa, como en la mayor parte de los países mediterráneos, está muy relacionada con la comida, nexo de unión de amigos y familia, celebraciones en torno a una mesa.

Por ello muchos platos son ideales para compartir y probar distintas elaboraciones. Yo os recomiendo aprovechéis para ir con amigos. Aunque el local también invita a una cena más íntima.

Su original decoración. Telas colgando del techo arropando originales lámparas, espejos en las paredes, suelos de madera, sillas forradas, mesas negras desnudas y esas paredes de papel pintado, conforman un espacio singular que te atrapa desde que entras por la puerta con su preciosa lámpara junto a la barra.

Otra de las cosas que te conquistan desde el primer minuto es la simpatía y amabilidad de todo el equipo. Mención especial a Rainer y Luz, aunque no quiero olvidarme del resto, que, sin lugar a dudas, están pendientes en todo momento del cliente y de explicar todas y cada una de las elaboraciones que van poniendo en la mesa.

Hay infinidad de platillos deliciosos y maneras de combinarlos. Así puedes repetir y siempre probar algo distinto en cada visita.

Nosotros empezamos con unas originales margaritas, acompañando a un aperitivo compuesto de unas aceitunas de Kalamata, que me encantan y Labne, una crema de yogurt de vaca, pepino, hierbabuena y aceite de oliva virgen con un riquísimo pan libanés. Este es un comienzo que ya te augura de que va a ir el resto de la comida.

Como no podía ser de otra manera, al hummus tradicional que puedes pedir, han añadido dos variaciones más en carta, el hummus pesto y el hummus con  trufa que es el que probamos, un toque delicioso que da al plato la trufa negra.

El surtido de mezzes frios, te da opción a conocer más los sabores de esta cocina y probar más platos.

Aquí es difícil elegir cual gusta más, porque la verdad es que es un disfrute cada uno de ellos.

El Tajín mutabal,

Mutabal tradicional con remolacha y aceite de oliva virgen extra

Baba ganouj

Berenjenas asadas, tomate, pepino, pimiento verde y rojo, cebolla morada, nueces, granada con aceite de oliva virgen extra, limón y vinagreta de melaza de granada, ¡casi nada!  Como para no estar bueno.

Mutabal

Crema de berenjenas asadas con tahina, (una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo) ajo, yogurt natural granada y aceite de oliva virgen

Hummus tradicional

No por clásico menos rico, aunque más conocido. Crema de garbanzos con tahina limón y aceite de oliva virgen

Muhammara

Crema de pimientos, cebolla, nueces, melaza de granada y aceite de oliva extra.

Esta gastronomía es ideal para vegetarianos por la cantidad de vegetales que utiliza.

Otra de las características como podéis ver por las fotos es el gran colorido de sus platos, que la hacen muy apetecible a la vista.

Para seguir probando, optamos también por una pequeña variedad de Mezzes calientes

Falafel

Masa de garbanzos con ajo y cilantro, deliciosos

 Kibbe

Una masa de carne picada y bulgur, (un preparado de trigo cuya apariencia es similar al arroz y que se obtiene tras la cocción y el posterior secado de los granos de trigo enteros, posteriormente machacados) rellena de carne picada con cebolla y piñones.

No lo había probado nunca y va a ser uno de mis fijos cuando vuelva, que volveré, seguro.

Rakayek

Hojaldre de baklava relleno de queso con sésamo, suave y muy rico también.

Todo ello acompañado con salsa de yogur, tahina y mermelada de tomate.

Tienen un Surtido de Parrilla que puedes mezclar a tu elección. 4 brochetas que acompañan de salsa de ajo, arroz basmati y patatas en gajos.

Pueden ser de ternera a la parrilla, de pechuga de pollo, de una combinación de carne picada de cordero y ternera con piñones o con pistachos o verduras, todas ellas deliciosas.

¡Y los postres, ay!  los postres,

Puedes elegir el famoso Baklava, esos pastelitos tradicionales, elaborados con una pasta de frutos secos, pistachos o nueces trituradas y canela envueltos en una masa filo y regado con almíbar, o miel, dulce, dulce y delicioso.

Sin duda el que para mí es la estrella que no os podéis perder es Kunafa con queso, tradicional de Alepo está elaborado con queso pistachos y fideos crujientes. Lo traen recién hecho a la mesa y es absolutamente exquisito, una maravilla.

No podía faltar como remate de una cena fantástica, un té, con un coqueto servicio y acompañado de unas pastas, es el clima perfecto para una sobremesa tranquila.

Tuvieron el detalle de invitarnos a unos licores, muy bien presentados también. Consiguen que el tiempo se pase volando. Un sitio ideal para compartir confidencias, experiencias y charlas con familia o amigos.

De sabores, música y leyendas. Restaurante Araia

ARAIA

Calle Murillo 3.
MADRID
Teléfono: 648 09 27 56

Bajo el paraguas de un recuerdo, una leyenda… la de Araia, una isla perdida en un terremoto, que acabó con una cultura hedonista, rica en mezclas, y armonía, nace este proyecto de la mano de Pedro Aijon y Carlos López Martín, que quiere ser eso, una isla de sabores, texturas, sonidos y un ambiente diferente.

A Pedro ya le conocía de un proyecto anterior. El tándem que hacen los dos junto con el chef Artiom Berdnykov y un encantador equipo, augura un buen futuro.

Nada más entrar en el local, impacta su decoración. Las paredes como bloques de cemento o piedra, con esas originales mesas metálicas simulando islas, mesas altas, cómodas para charlar y disfrutar de la comida, bebida y la sobremesa.

Los centros de flores secas, el barro en los portacubiertos, el esparto en los bajoplatos, la madera en las bandejas, una vajilla muy cuidada y variada. No falta un detalle, se ve que lo han hecho con mimo. Preciosos los apliques en la pared con una vela. La luz indirecta y tenue y las telas colgadas en el techo lo hacen más acogedor.

Todo aquí es distinto y como no ¡la comida!. Una carta ideada para compartir, con producto de proximidad absolutamente reconocible, con sabores diferentes. Mediterráneo en sus distintas mezclas.

Los domingos en lo que llaman Baazar amenizan las tardes con música creada por diferentes Dj’s con el objetivo de viajar por diferentes ritmos y sonidos, mientras disfrutas de la comida o la bebida, porque también tienen una carta de cocteles o brebajes como aquí se denominan.

Su carta la dividen en Cosecha, Bahía, Pastos, Temporales y Postres

Empezamos con un hummus de pimiento como aperitivo

De Cosecha probamos las Patatas al tomillo con mayonesa de Kalamata y albahaca,

Crujientes por fuera y tiernas por dentro con un toque fantástico en la piel que las hace deliciosas y esa mayonesa, me encantan las aceitunas de Kalamata, una variedad griega y el sabor que le da a la salsa es maravilloso.

Y también el  Carpaccio de remolacha asada, burrata, cebolla encurtida y pesto de semillas de calabaza

Muy acertado el juego de los distintos ingredientes en este plato una mezcla muy rica.

De Bahia el Rape en adobo de Zumaque con salsa de aguacates ahumados

Rescatan una receta clásica, la del rape alangostado, solo que aquí  en vez de hacerlo con pimentón lo hacen con zumaque una especia acida de sabor que se emplea mucho en la cocina árabe. Está delicioso.

De Pastos pedimos el Lomo bajo de ternera con mantequilla ahumada y pimientos confitados, una imagen vale más que mil palabras, y creo que la foto ya intuye como estaba el plato.

El postre también fue algo distinto que no había probado nunca y me sorprendió gratamente.

Pasta filo rellena de amapola y pasas con helado de miel de la Alpujarra, un sabor que no te deja indiferente

Lo regamos con una recomendación de Pedro un tinto Microcósmico de Bodegas Frontonio. Uva garnacha cultivada de forma sostenible, con procedimientos artesanos y poca producción, un vino diferente que combinó perfectamente con toda la cena.   

En definitiva, un sitio al que sin duda volveré. Ya somos Araianos convencidos y seguro que llevaremos a descubrir esta isla a amigos y conocidos.                               

Un imprescindible en Chueca. Restaurante Diurno

DIURNO

Calle de San Marcos, 37
MADRID
Teléfono: 915 22 00 09

Hacía tiempo que no iba a Diurno. Madrid tiene tanta oferta que, aunque te guste un restaurante, cuesta repetir frecuentemente. Hace años hice una reseña en este blog y creo que merece una nueva mención, dado que sigue siendo un sitio de referencia en la zona.

Fue uno de los videoclubs más activos de Madrid en su día. Y de aquel tiempo conservan como buenos amantes del cine que son, una impresionante estantería llena de títulos.

De los primeros locales en Madrid que abrieron de la mañana a la noche. Lo mismo te puedes tomar un brunch, un almuerzo rápido, un café o cenar más formalmente y tomar una copa, en un ambiente cosmopolita con la mezcla que da uno de los barrios más emblemáticos, Chueca, que se ha ido consolidando año tras año.

Su decoración con tres ambientes, grandes ventanales en una esquina privilegiada, moderna a la vez que elegante con unas mesas cubiertas de mantel mezcladas con otras desnudas, alguna redonda y otras con banco corrido. Nada está dejado al azar, todo concuerda y admite así distintos disfrutes, en pareja, con amigos, comida de trabajo o al salir de él…

Salpicado de plantas y con luces indirectas completan un acogedor conjunto.

En cuanto a su cocina, como ellos mismos se definen es una base española con toques de otros lugares, eso sí, a su manera. Tienen muchos platos para compartir y es perfecto también para esas cenas informales con amigos.

Esta vez quisimos compartir y mezclar. Así probamos unas ‘‘Gyozas de pato y verduras con salsa dulce de chiles”, cada vez me gustan más las Gyozas, las voy probando en distintas versiones, y en esta ocasión están muy ricas.

Delicioso este Tiradito de gambón rojo con aceite de lima, mayonesa chipotle y pamplinas

Este es mejor que no lo compartáis mucho, yo me lo comería en dos bocados está exquisito.

Super original el Crujiente de nachos a nuestro estilo con salsa de queso, pollo, pico de gallo y crema agria. Un estilo propio al presentar los nachos caseros en capas superpuestas y dejando el relleno entre ellas, de manera que al romperlo la salsa se mezcla perfectamente. Muy recomendables.

Mezcla sugerente la presa y el gambón en estas Albondigas de presa ibérica y gambón rojo con salsa de curry rojo sobre arroz jazmín

Y por supuesto hay que dejar sitio para los postres

No sabría cual me gustó más. Si los probé los tres. Ya he dicho que la intención era compartir.

Milhojas crujiente con mousse de yogur griego y frambuesas. Se quedó corto de frambuesas, me habría comido mil.

Tarta de queso al horno con coulis de frutos rojos, muy rica.

Y el postre que si está bien hecho no falla nunca y en este caso lo está,

Flan de la abuela, crujiente de almendra y coulis de chocolate y fresas

La atención del personal muy cálida. Simpáticas y atentas a cualquier detalle.

En definitiva, un sitio para repetir.

Es puro sabor. Restaurante Chola Gastro

CHOLA GASTRO

Avinguda d’alacant 13,
XABIA JÁVEA, ALICANTE
Teléfono: 665 57 94 77

Chola es el nombre que se le da a las mujeres mestizas en Ecuador, portadoras de cultura, de historia, símbolo de la mujer campesina y conservadora de sus tradiciones.

Yhoana y Cynthia Gavilanes, nacidas en este país, llamaron así a su restaurante en homenaje a estas mujeres trabajadoras, que en algunos sitios como en Cuenca (Ecuador) “La chola cuencana”, existe una fundación que se encarga de impulsar varias obras sociales en las comunidades rurales, y mantener viva una economía también basada en la artesanía y la confección de esos bonitos trajes tradicionales que nos llaman tanto la atención.

Situado en el casco antiguo de Jávea, el restaurante tiene un patio interior lleno de vegetación muy coqueto y que está tan cotizado que es difícil encontrar mesa.

La sala del restaurante es una opción que también se agradece en los días muy calurosos.

Con una decoración rústica, paredes blancas o con piedra vista, suelo de cerámica, mesas de madera, desnudas con un sencillo mantel individual y una preciosa vajilla, lo hacen más acogedor.

Algunos detalles salpican el local, consiguiendo pequeños originales rincones. Un teléfono antiguo de madera, una pared con máscaras, que se han traído las dueñas, recuerdos de sus viajes, (afición que comparto) alguna antigua estantería…,

Pero lo más impactante, es el pequeño reservado, donde una impresionante mesa de marquetería llena el espacio consiguiendo hacer un rincón muy especial. Lástima que éramos solo dos, pero es muy recomendable para una pequeña celebración.

Y lo mejor, la comida, Fusiona en su carta platos de distintos lugares, Asía y Latinoamérica principalmente, perfectamente ejecutados. Es puro sabor.

El poder combinar en un mismo restaurante la cocina de varios lugares y que sea armónico es una maestría, sin duda.

Nada como romper el hielo con un coctel. Un riquísimo Pisco Sour, uno de los múltiples cocteles que tienen.

Tienen un apartado cuyo protagonista es el atún.

Probamos el Tiradito apaltado, akami, palta, crema de ají amarillo y mango

El atún, como el resto de pescados grandes, se filetea en varias partes, y en algunos países al lomo se le llama akami, es ideal para hacer el tiradito, aquí la palta o aguacate suaviza la acidez del plato. Es un plato extraordinario al que ni le falta ni le sobra nada.

En este apartado del atún también probamos
Nem vietnamita, Roll de Atún rojo, vegetales y salsa exótica.

Para comer con las manos, envuelto en una hoja de lechuga me pareció más refrescante que otros que he probado envueltos en pasta brie.

Uno de los que más me gustó fue la Causa de pulpo y calamar
La causa es un plato típico muy extendido y conocido en la gastronomía peruana.

Este a base de pulpo, yema y palta tatemados, calamar, papa violeta y leche de tigre al olivo, está delicioso.

La yema y la palta o aguacate están asados ligeramente (tatemados) y le dan un toque muy especial.

Deliciosos los Dumplings Munbai, unas Gyozas crujientes de cordero curry mongoles y hierbas frescas, impresionante como los anteriores.

Sin bajar la guardia otro de mis preferidos el Gua bao Yakiniku,

Pan al vapor, presa ibérica y la salsa barbacoa japonesa Yakiniku. Me encanta el pan bao y en Chola tienen una ternura y suavidad increíbles, además de una bonita presentación.

Siguiendo con los platos asiáticos nos atrevimos con el Magret de pato pekín

Un Tataki de Magret semicurado con especias asiáticas. A estas alturas ya se puede decir que todo lo que hacen lo bordan. Y me quedan muchos platos por probar.

Los postres no se quedan atrás.

La Torrija Brioche, que aporta un sabor dulce que se agradece después de los toques ácidos y picantes de sus platos.

O los Mochis Chessecake, suaves pastelitos de queso acompañados de un refrescante helado.

Tanto me gustó la experiencia que pude repetir y seguiré repitiendo siempre que esté en Jávea.

La atención por parte de todo el equipo muy cálida.

Amarrado a la buena cocina. Restaurante Noray

NORAY

Avenida Marina Española 1
JÁVEA ALICANTE
Teléfono: 96 579 2912

Situado en un lugar privilegiado en el Puerto de Jávea, con su terraza mirando al mar, es uno de esos sitios, en donde te gustaría que se detuviese el tiempo mientras cenas y disfrutas de la brisa.

En dos alturas, dos grandes salas, posee además una terraza exterior en el paseo y una terraza acristalada en el piso superior con vistas al mar.

La parte inferior, dedicada a desayunos, copas, vermuts, comidas y cenas más informales y en la superior una oferta gastronómica más seria.

Abierto desde el 2012, voy todos los años en verano. En alguna ocasión más de una vez.

Foto cedida por el restaurante

“Noray” en el ámbito de la náutica es una especie de bolardo que emplean los marinos para asegurar las amarras de cualquier tipo de embarcación, así yo me amarro durante el invierno al recuerdo de todos los buenos ratos que he pasado aquí.

Ha tenido muchos cambios desde entonces, tanto en su decoración, ahora más acorde con la moda, sin manteles, que, aunque he de decir que no me gusta demasiado, aquí han conseguido conservar la elegancia y calidez y el detalle de poner un posa cubiertos, para no dejarlos encima de la mesa desnuda y un platito para el pan ayuda.

Bonitos también los centros de mesa, un toque marinero en la representación de una estrella de mar.

Con los años ha mejorado, como los buenos vinos. Y he encontrado este año sobre todo, un cambio en la sala muy a destacar por la calidez en la atención y profesionalidad. Al frente Natalia, en la dirección, encargada también del asesoramiento en la carta de vinos como buena sumiller que es. Va un paso más allá, descubriéndome joyas de la zona que no conocía, y que me encanta probar cada verano.

Taras y Carolina, hacen el resto en la sala superior, poniendo mucho cariño en el trato al cliente.

Su oferta gastronómica se basa en el producto de mercado, sobre todo de la Lonja que tienen al lado, con una muy buena materia prima. Es por eso que siempre tienen algo fuera de carta.

Arroces, pescados, carnes, mariscos todo de primera calidad.

Hace un tiempo incorporaron La Brasa a su oferta y yo desde entonces no pido otra cosa. Pedro Martínez al frente de la cocina y la parrilla es el artífice de unos platos correctos que no defraudan.

Existe la salsa para mojar pan y el pan para disfrutar sin más, y es lo que yo hago como comienzo de una comida, y es que aquí el Pan de cristal está exquisito y es perfecto mientras esperas los platos.

Fuera de carta este año nos ofrecieron unas Zamburiñas, muy ricas.

Y unos Boquerones con un aliño y un punto maravilloso

Sus `pescados a la brasa son extraordinarios, y los acompañan de unas verduritas al punto muy ricas también

El Salmón, el Atún, el filete de Corvina correctos todos ellos.

El Lomo de Bacalao extraordinario de textura, punto, y el sabor fantástico que le da el fuego.

Y una de las joyas de la brasa es La lubina, absolutamente deliciosa. Acompañada también de unas verduras al punto.

No se quedan atrás en los postres.

Torrija quemada y helado de leche merengada, ¡que combinación! casera y muy rica

Tarta de queso pasiego al horno con helado de caramelo salado, una delicia

Tarta caliente de manzana y helado de vainilla,  ¡increíble!

Hay que esperar 20 minutos, pero merece la pena, además Natalia tuvo el detalle de invitarnos con la tarta a probar una copa de vino Dolç Les Freses, un vino dulce que ha sido mi descubrimiento de este año, esplendido moscatel de vendimia tardía. La uva la recogen manualmente cuando se ha pasificado en la planta, cuando el azúcar está en el momento justo, por eso tiene un sabor especial, nada empalagoso con un cierto grado de acidez.

Otro de mis descubrimientos este año y que también acompañó a la cena fue Tahúlla un blanco moscatel elaborado artesanalmente por una pareja de viticultores de Benitatxel ,Aida y Luis. Un vino muy rico, fresco, aromático. Me gustan mucho los vinos de esta zona. Y sumillers como Natalia suelen recomendar bodegas poco conocidas que esconden grandes caldos.

En definitiva, un sitio de los que no me canso y que seguiré disfrutando. Me faltan muchas cosas por probar. Es altamente recomendable.

Transgresor, vivaz y exquisito. Restaurante La Nobia

LA NOBIA

Calle del Salitre, 45
MADRID
Teléfono: 910 01 59 67

Para los que no conozcáis Madrid, Lavapiés es un barrio en pleno centro de la ciudad, que acoge a personas de distintas culturas. Es por ello, que está lleno de locales, tanto tradicionales, castizos de toda la vida, como otros procedentes de ciudadanos de otros países, que han puesto sus negocios aquí, convirtiéndolo en una mezcla maravillosa en constante movimiento. Puedes encontrar centros culturales como Tabacalera y La Casa Encendida donde continuamente se organizan exposiciones y otros eventos.

O visitar su vecino Museo Reina Sofía. Y como no, una amplia y diversa oferta gastronómica.

Una muestra de esa diversidad es La Nobia.

Cuando entras en el restaurante, no te deja indiferente. Su decoración impacta. En un local con paredes de ladrillo visto, destacan las obras de Ze Carrión, sobre todo el impresionante mural al lado de la cocina, una novia muy especial y absolutamente fantástica.

Zesar Carrión, que decora con sus obras el restaurante, es licenciado en Bellas Artes y docente de Artes Plásticas, está en el punto intermedio entre el graffiti y el arte urbano, con materiales y formas típicas del graffiti pero con un concepto pictórico más academicista. Ya colaboró en otro restaurante precursor de este, Juan Raro, en la misma zona y del que seguro que os hablaré en este blog.

El resto de la decoración sigue una estética con detalles vintage y lo que me llamó mucho la atención son sus preciosas sillas tapizadas, tanto, que investigando un poquito, he visto que son de una restauradora de la zona, Sra Wood, dedicada al reciclaje, y reparación de muebles antiguos. Me encantaron, además son muy cómodas para una sobremesa.

En cuanto a la oferta gastronómica, ellos se definen como una Castizo Taberna, aunque yo diría que hay algo más. Es una cocina trabajada con sabores reconocidos y toques innovadores.

Uno de sus entrantes

Pez limón con leche de tigre Nikkei, manzana verde, cancha y cebolla, un tiradito típicamente peruano muy suave, refrescante para estos tiempos tan calurosos.

Otros de los fijos es el Puerro asado con mojo, bacalao ahumado, piñones y aceituna.

El puerro es un plato que ya en muchos restaurantes lo ponen en muy diversas elaboraciones. Aquí el bacalao fresquito da una tregua al picante del mojo.

Fuera de carta siempre sorprenden con algo, por ejemplo, este Brioche de Changurro, un bocado jugoso y muy rico.

O los extraordinarios

Garbanzos con tinta de calamar y cocochas, un plato realmente delicioso.

Como platos un poco más fuertes el Bonito con jugo de maíz tostado y puré de cuitlacoche, impresionante, en su justo punto, muy original el jugo de maíz y el mejicano cuitlacoche.

Otro de los imprescindibles es el Cordero meloso en su jugo con miel y berenjena a la llama, muy, pero que muy recomendable. Limpio, tierno, se deshace en boca un plato redondo.

No podían bajar de nivel en los postres,

Una muy rica Tarta de queso

Y una Esponja de chocolate con crema de chai y jengibre, ¡increíble!

Destacar también la atención de todo el equipo. Con un trato cálido y profesional.

Uno para tener fijo en la agenda.

Vivirlo y compartirlo. Restaurante Sargo

SARGO

Calle del General Díaz Porlier, 57
MADRID
Teléfono: 910 10 66 57

Sargo es uno de esos restaurantes que valen para diversos acontecimientos, lo mismo puedes disfrutar de una comida con amigos, una celebración en familia o una cena romántica. Porque Sargo es polivalente y es capaz de adaptarse a tu evento particular, incluidos algunos más numerosos, puesto que se compone de cuatro estancias bien diferenciadas, pero que en caso necesario se pueden unir entre sí.

Una barra que te da la bienvenida, para tapear o tomar un coctel más informal. La salas divididas por tres ambientes y dos alturas que le dan al local un tono más acogedor y una terraza cubierta también muy coqueta para comer en el exterior.

Fotos de la web del restaurante

Con una decoración que combina los colores alegres y más frescos del piso más bajo y el aire más formal cuando subes unos pequeños escalones que dan lugar a dos salas más. En todo el local destacan el gran número de plantas repartidas por los rincones y dividiendo espacios, detalle que impresiona y le aporta junto a la madera y sus tonos blancos y azules ese aire relajado que invita a una sobremesa tranquila.

Este buen ambiente también ayuda a crearlo su personal, atento y cálido pendiente de la satisfacción del cliente en todo momento.

Su cocina mediterránea de mercado como ellos mismos la definen, con un punto original tanto en la preparación como en la presentación, en algunos casos espectacular como es por ejemplo el cabracho frito.

Para empezar compartimos unas Croquetas melosas, interesante que te pongan 4 unidades de jamón ibérico y 4 de langostinos. A mí me encantan las dos y así no tienes que pedir dos raciones para probarlas.

Mención aparte merece el  Chipirón de potera y pisto de ají amarillo, original el toque que le da el ají.

Tienen una oferta estupenda tanto en carnes como en pescados. Nosotros optamos por estos últimos.

Un tradicional Bacalao Islandia con mermelada de ajo tostado y pimiento de piquillo, en su justo punto, jugoso y delicioso. Bueno para muestra la foto. No digo más.

Y del tradicional Bacalao, igual de impresionante el toque japonés con el Tataki de atún rojo Balfegó,  ahumado al sarmiento con romescu japonés y piñones

Correcto el Canelón de Txangurro napado con bechamel de langostinos, para mi gusto quizás el más flojito. Posiblemente porque el resto estuvo a más altura.

Y la estrella que no os podéis perder por su originalidad y su espectacular presentación es el

Cabracho frito con ensalada y nuestra salsa tártara

Lo sirven entero y para comer con las manos. Si, si con las manos. Te proporcionan unos guantes por aquello de no guarrearte demasiado, aunque a mí la verdad comer con las manos en algunas ocasiones me parece delicioso. Aunque lo acompañan de salsa, solo está exquisito.

Es un clásico su Tarta casera de queso fundente maravillosa.

Y volviendo a los toques asiáticos, unas originales Gyozas de manzana con helado de manzana verde y vainilla, postre refrescante que combina a la perfección con la tarta de queso si se comparten ambos platos.

En definitiva un sitio de los que hay que tener en la agenda.

El lujo de los sabores castizos. Restaurante Casa Lobo

CASA LOBO

Calle de Echegaray, 8
MADRID
Teléfono: 913 60 00 01

Está de moda la cocina tradicional entre tantas ofertas de fusión y cocinas internacionales. La vuelta al origen, al puchero. Es curioso que en un entorno tan aparentemente cosmopolita como es el Gran Hotel Inglés hayan reservado su espacio gastronómico a recuperar los platos más castizos de ese Madrid del siglo XIX.

Toman el nombre de una vieja leyenda. La actual calle Echegaray se llamó calle del lobo.

Al parecer en el siglo XVII existió un taxidermista que, en la entrada del local, exhibía un lobo disecado de modo que diese un poco de miedo a los niños del barrio. La leyenda dice que un niño se peleó con el lobo para presumir con sus amigos y lo destrozó. El taxidermista, muy enfadado, lo hirió de muerte, pero la Virgen hizo un milagro y lo salvó. Eso sí, el lobo ya destrozado, no pudo dar nunca más miedo a los paseantes del lugar.

Con este curioso suceso, Casa Lobo aprovecha para inundar su local de referencias a este hermoso animal, y tanto en paredes, cuadros y vajillas está presente su imagen.

Con una decoración elegante, a tono con el Hotel, dando un aire más moderno la cocina vista o las mesas desnudas. Materiales nobles como el cuero o la madera y el detalle de las botellas de vino en la mesa a modo de pequeña lamparita, dan un toque especial al local.

El ambiente por tanto es elegante y el trato cercano.

Su cocina basada en las antiguas casas de comidas, dándole una vuelta actual sin olvidar su esencia, recuperando recetas del Madrid del siglo XIX.

Mientras esperábamos nos obsequiaron con un delicioso aperitivo. Unos bocaditos de steak tartar

Empezamos probando dos de sus platos emblemáticos.

El muy original “Cochifrito de orejitas de lechón al aliño de miel y chorizo picante”. Delicioso, crujiente a la vez que meloso, y si le quieres dar un toque más moderno, como lo sirven sobre una hoja de lechuga, se puede comer a modo de Sam y le da un frescor añadido.

Y como no, algo tan castizo como los Soldaditos de Pavía, un aperitivo típicamente madrileño a base de bacalao rebozado acompañado de pimiento rojo, exquisito, en su justo punto.

Otro de sus clásicos es la Pepitoria de pollo de corral al estilo tradicional, una receta que ya aparece en recetarios del siglo XVI o nombradas en sus obras por Cervantes, Góngora o Quevedo entre otros. Un plato típico de tabernas, retomado con maestría por el chef.

Muy rica la Pluma ibérica con especias morunas y piquillo confitados

Y en pescados, el que nunca falla Lenguado al estilo Meunière con mantequilla tostada y alcaparras

Y cómo siempre digo, en los postres es donde el restaurante se la juega, ya que el comensal suele llegar ya un poco lleno y es ahí donde se nota el nivel de la cocina.

En esta ocasión no defraudan.

Increíble el Arroz con leche y estofado de arándanos. Altamente recomendable, ese giro maravilloso que le dan con el estofado de arándanos.

Una vuelta a la tierna infancia con sus Natillas nostálgicas del Gran Hotel Inglés

Y la elegancia y sutileza de presentación de los Buñuelos “Rocher”, la versión tibia del famoso bombón. Impresionantes.

Un sitio para disfrutar de una comida tranquila en familia, pareja o amigos,  en un entorno elegante y sin prisas.

Sentir, disfrutar, emocionar. Restaurante Almeja

ALMEJA

Rua de Fernandes Tomás 819
OPORTO, PORTUGAL
Teléfono: 351 22 203 8120

Oporto ha sido todo un descubrimiento. Hacía tantos años que no iba a Portugal, que casi se me olvida las ganas que te quedan de volver. Es una ciudad que te atrae enseguida por su peculiaridad, ideal para pasearla a pesar de sus cuestas y descubrir cada uno de sus rincones.

Ya conocía su gastronomía. Siempre he comido extraordinariamente bien en mis viajes.

Y me ha sido muy grato constatar que, no solo siguen en esa línea, sino que además puedes descubrir sitios tan fantásticos como Almeja.

Los protagonistas de este negocio son el Chef Joao Cura en los fogones y su mujer Sofía Amaral responsable de la Sala

No es la primera vez que me encuentro una pareja al frente de un local de restauración y la verdad, es que el resultado de esa conexión se nota en la sala.

Por supuesto, sin desmerecer al personal que ejerce su profesión sin que exista ningún grado de afectividad personal con el chef, es verdad que se intuye, o por lo menos yo lo he notado, una pasión por el negocio compartida y muy especial.

La cocina de Joao es muy personal, como toda cocina de autor. Con un producto de mercado y de raíces portuguesas, las influencias de otros países, sobre todo de India, se notan en todas sus elaboraciones. Así en sus sabores se mezcla la frescura y el picante a la vez, lo cual es un contraste, como poco, curioso.

Sofía, en la sala, consigue un clima de confianza y calidez que, en un entorno decorado con sencillez, logra que pases una velada muy confortable.

Fotos cedidas por el restaurante

El local tiene tres ambientes, dos de ellos separados por un pequeño pasillo y una terraza exterior que, como era noche y llovía, no pudimos disfrutar y que estoy segura, será una delicia en buen tiempo.

La madera, los detalles de la pequeña alta librería, el bonito aparador y el precioso suelo cerámico, conforman un ambiente muy agradable.

En el pasillo me encantaron las puertas de los baños y los dos pequeños rincones en la entrada del local.

Empezamos como no podía ser de otra manera con un aperitivo.

Un homenaje a sus viajes por España, no podía ser más castizo que un vermut. Pero a su manera, eso sí.

Sorbete de vermut y oliva gordal rellena de anchoa.

Una exquisitez que te da idea de lo que puedes esperar después.

Caldo de cocido y rissol de cocido

El rissol está entre la empanada y la croqueta, pero aquí lo hacen más parecido a un falafel por su intensidad y sabor. Muy rico, acompañado de su caldo, un buen entrante para comenzar el viaje.

Después la Galleta de garbanzo, balchao, gamba y de algas.

Balchao es un plato picante de Goa en la costa occidental de la India. Joao tiene muchas influencias de esta cocina en todas sus preparaciones.

Lo presentan en una base de conchas de berberechos, pero lamentablemente mi foto no era buena. Os dejo una muestra de la galleta que gentilmente Sofía ha tenido la amabilidad de enviarme para que os hagáis una idea de lo detallada que es su preparación.

Foto gentileza del restaurante

Uno de sus clásicos, que no falta en sus menús, es La tostada de cabeza de cerdo, escabeche y manzana, un bocado sutil y delicioso.

El siguiente es como un alto en el camino, para probar su Pan de masa madre, un brioche y una mantequilla casera con aceite metáfora.

Seguimos con Apio, chirivía, crosnes y limón. Un paso vegetal del menú, todo delicadeza una especie de puding suave lleno de matices.

Una mariscada, algas y cítricos, para mi gusto un pelín más floja, quizás porque me gustan menos los caldos de pescado, pero siempre es un gusto personal.

En el tema pescado, una Corvina con espárragos y guisantes, envuelta en pasta brie, al punto de cocción y con unas verduras exquisitas al dente de sabor potente, extraordinario.

Llegamos al apartado de carne, Cerdo habas, ajo y cuscús transmontanos

Una carne tierna al punto con un acompañamiento perfecto.

Y los postres, ¡que puedo decir de los postres!. Portugal es el rey del dulce. Y aquí no podían ser menos. Solo, que le dan una vuelta y un aire muy especial

El primero Maíz, dulce de leche, mole y cacao, con una cuidada presentación, detalle de la mazorca de maíz perfectamente elaborada y un toque picante en contraste con el dulzor, que suele dar en demasía a los platos, el dulce de leche, le da un sabor muy especial.

El segundo Curry dulce, coco, mango y lima. Indescriptible. Hay que probarlo. Delicioso.

Fuera del menú `probamos otro postre, también un clásico de la casa, a base de coco, nata chocolate blanco y especias…maravilloso

Unos petit four para terminar con el café, remataron una cena de diez. Y como he dicho antes una calidez y atención extraordinarias.

Bistró en Las Letras. Restaurante La Malontina

LA MALONTINA

Calle de la Verónica, 4,
MADRID
Teléfono: 914 20 31 08

Me encanta dejarme sorprender. Es verdad que la oferta gastronómica en Madrid es tan variada que siempre puedes probar algo nuevo. Lo que pasa con La Malontina es que es un lugar de aires tradicionales y sorprende.

Tradicional en su esencia, ese aire a casa de comidas elevado a la categoría de pequeño bistró que tanto le va al barrio donde se encuentra, mi barrio favorito, el de Las Letras. Ese aire bohemio, íntimo y casero, con poquitas mesas y ambiente familiar.

Foto gentileza del Restaurante

Es curioso que lleve tantos años abierto, antes llamado La Tragantúa y no lo hubiese probado. Estoy redescubriendo mi antiguo barrio años después y cada día lo añoro más.

Está situado en una zona tranquila detrás del Caixa Forum lo que invita a combinar una experiencia cultural con una gourmet.

Su decoración siguiendo esa línea de sobria sencillez, madera en los suelos y combinación del mismo material con la piedra en los dinteles de la puerta. Pequeñas mesas alineadas en un banco corrido con unas cómodas sillas vintage, y detalles más vanguardistas como las lámparas y los pequeños cuadros, sin olvidar la bonita y variada vajilla que cambia con los distintos platos. ¡Cómo me gusta que cada día los restaurantes cuiden más el tema de las vajillas!

Fotos gentileza del Restaurante

Y bueno, aquí se viene a comer ¿no? Pues sí y además bien.

Su cocina sigue un aire personalísimo cuyo artífice es Pablo Fernández Acera, su Chef. Basado en un buen producto, bien tratado y en algunos casos con un gran toque de imaginación y creatividad.

Para entrar en materia empezamos con unos Torreznos con patata revolcona y mojo rojo canario

Así dicho parecería un plato para paladares fuertes, sin embargo la combinación de ingredientes suma y para mi gusto le da un toque muy singular.

Para completar los entrantes compartimos un Chili crab ibérico

Este si que me dejó impactada. El chili crab es un plato de marisco originario de Singapur. Suele hacerse con cangrejos salteados en una salsa agridulce de tomate y chili. Bueno esto es la teoría.

Pues Pablo ha decidido hacerlo con oreja de cerdo. Si, si,  como lo leéis, oreja de cerdo. Y el resultado es alucinante. ¡Qué rico!

En el capítulo de pescados probamos el Bacalao confitado con morcilla de burgos y patatas revolconas. Si, repetí revolconas, bueno ya sabéis los que me seguís que yo con las revolconas tengo una relación sentimental. Y otra original combinación bacalao y morcilla de burgos dos productos que me encantan juntos, rebien.

Y Rape gallego al horno, fuera de carta. Un rape de ración traído directamente de Marín en Pontevedra, lo hacen al horno con un sencillo aliño de ajo y perejil y el jugo que suelta el propio pescado. Servido con patata panadera y con una asombrosa presentación, exquisito.

También fuera de carta nos sugirieron la Costilla de ternera a baja temperatura

Cocinada durante nueve horas a baja temperatura, tiene un toque picante, porque la tienen macerando durante 24 horas en una personal y secreta combinación del chef  de especias, cuidado con los paladares delicados porque este es fuerte.

Para relajar y rematar los postres a la altura del resto de la comida.

Una crema de mango y mascarpone, deliciosa y refrescante mezcla.

Y para los chocolateros el Lingote de chocolate y frambuesa, pues eso no hay nada más que decir, muy rico también.

En cuanto al equipo de sala super amables y cercanas, pendiente en todo momento de la satisfacción del cliente.

Si he de poner una pega es la de no poder hacer un poco más de sobremesa. En este tipo de lugares, se echa de menos poder estar más tiempo, disfrutando de café y copa charlando tranquilamente, pero los tiempos son difíciles y entiendo que establezcan turnos y yo que siempre he huido de ellos, ahora, después de los duros momentos de pandemia, los acepto, esperando volvamos a la normalidad absoluta, y estas cosas queden para otro tipo de restaurantes.

En definitiva un sitio para poner en la agenda y volver a probar más platos de los que me quedaron y de los que seguro se seguirá inventando Pablo.

Foto gentileza del Restaurante