Luces y Sombras en el subsuelo del barrio de las letras. Restaurante La Bodega de los Secretos.

LA BODEGA DE LOS SECRETOS

San Blas, 4
MADRID
Teléfono: 91 429 03 96

 

DSC_0400Hacía mucho tiempo que quería ir. He pasado por la puerta varias veces, he leído algunas críticas y me apetecía probarlo. No es fácil porque reservan mesa con mucha antelación, sobre todo los fines de semana se llena.

Quizás fue la expectación lo que ha hecho que me decepcionase un poco. Esperaba más y creo que puede mejorar.

Lo que desde luego no tiene discusión es que hay que ir por lo menos una vez para verlo.

El restaurante está situado en lo que fue la bodega más antigua de Madrid, unos cuatrocientos años, en una pequeña calle del Barrio de las Letras cerca de la calle Atocha. Con una impresionante rehabilitación y un respeto en la conservación del espacio original, han conseguido crear un ambiente único para una velada relajada en pareja o con amigos.

DSC_0397Su cuidada decoración llena de detalles; el aprovechamiento de los huecos, antiguamente horadados en la cueva para la conservación del vino y hoy convertidos en pequeños rincones reservados, donde se ubican las mesas; la disposición del local que recuerda a un claustro, con sus arcos y cúpulas; el ladrillo visto de sus paredes; la cuidada elección de los muebles y adornos, merecen la visita.

Ahora bien en cuanto a la comida y el servicio en mi opinión, tiene mucho que mejorar.

Demasiada premura en traer los platos, como si deseasen que te marchases enseguida. Nos trajeron los primeros antes de habernos servido el vino.

Un poco de descontrol también en el servicio, varios camareros para tomarnos las comandas, preguntando varias veces. Creo que a medida que el restaurante se fue llenando, el control de las mesas se les fue yendo de las manos y el ritmo de la cocina también fue cambiando, siendo muy rápido al principio y muy lento en los postres.

DSC_0398Poco resolutivos y un tanto graciosillos de más para este tipo de restaurantes: ej.: cuando vino el camarero a preguntar cómo había estado la cena, al decirle que los chipirones que acompañaban a la merluza estaban fríos, me contesta que él se ha quemado las manos con el plato. No es respuesta, ni tiene ni pizca de gracia.

En cuanto a la comida, opiniones variopintas por parte de las personas que cenamos esa noche.

Unas Habitas baby con chipirones de anzuelo y cebolla confitada  y una Burrata, aceite de albahaca y olivada de aceitunas negras, correctas

Risotto cremoso de boletus y espárragos triguerosHamburguesa de ternera con Foie y Jamón Ibérico, muy ricos.

 Con  el  Lomo de merluza con chipirones y volcán de lima asiática  no tuve suerte, el lomo bastante corriente y los chipirones los sirvieron fríos.DSC_0396

Y el Steak Tartar de Buey con la receta de JM estuvo bien, pero en este tipo de restaurante, lo normal es que o bien lo preparen en la mesa o al menos den a probar antes de servir, y no hicieron ni una cosa ni otra lo que denota falta de experiencia o dejadez.

En cuanto a los postres todos exquisitos, lo cual nos dejó un mejor sabor de boca en el final.

Tampoco tuvimos la suerte que nos ofreciesen la visita guiada después de la cena, como he leído que suelen hacer. Será que ese día tenían prisa para que nos fuésemos, algo que se notó bastante durante toda la velada.

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Es una pena que por estos detalles no se remate la buena impresión que el restaurante da en general. Espero que fuese una casualidad de una mala noche, o que como estábamos próximos a las fiestas de Navidad el servicio fuese temporal y falto de experiencia, porque realmente es un local precioso, ideal para una cena romántica.

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