ATLÁNTICO, Casa de Comidas
Velázquez, 31
MADRID
Teléfono: 914 35 63 16
Ellos se autodenominan casa de comidas, pero es algo más. Efectivamente es todo casero, se ve casero, huele a casero, según entras en el restaurante ves que estás entrando en un trozo de Galicia.
El restaurante Atlántico está ubicado en lo que fue durante muchos años una cafetería emblemática de la zona, el famoso Gregory. Me dio mucha pena enterarme de su cierre, no pasaba por la zona sin probar sus exquisitos churros.
Después, antes de darme cuenta, había pasado por allí otro restaurante, que no me dio tiempo a probar.
Así es que, esta vez no podía dejar de entrar y ver que habían hecho con un sitio tan querido, además de la curiosidad de ver como un estrella Michelín como Pepe Solla ha querido en Madrid apostar por una cocina más casera. Y ha merecido la pena.
La decoración del restaurante es espectacular, una vez superada la barra y unas mesas altas donde sirven raciones, pasas a una enorme sala con una gran mesa de madera presidiendo el centro y el resto de mesas dispuestas alrededor.
Me evocaba a una lonja por la mezcla de materiales, forja, madera, mimbre, perfectamente combinados para crear ese ambiente marinero y moderno a la vez.
Genial el detalle de las originales lámparas hechas con cestos y jaulas que recuerdan otras utilidades más marineras.
En cuanto a la comida, deliciosos guisos caseros componen una carta cortita pero interesante y con algún guiño a sabores más exóticos.
Compartimos un guiso de Pulpo Arosana con cachelos, muy rico.
De segundo el Bacalao con puerros y setas, ¡sublime!, no dejé ni una gotita en el plato.¡Cuidado con el pan! que, solo está bueno, pero mojadito en la salsa delicioso.
Unas carrilleras que me llamaron la atención por su original presentación, y que también estuvieron a la altura.
De postres la Tarta de queso con yogurt y membrillo presentada en un tarro de cristal, muy buena, y un Me pierde el chocolate, que para que explicar más, hace honor a su nombre.
Las mesas desnudas, en este caso perfectas para dar ese aspecto de lonja que ya he comentado, con el detalle muy apreciable de un original platillo para el pan y un pequeño azulejo donde depositar los cubiertos
Un salero para traer la cuenta remata la comida. Un lugar para repetir.
Pingback: Aniversario | Cuestión de Detalles